La reestructuración cognitiva consiste en identificar y cuestionar nuestros pensamientos desadaptativos, de modo que queden sustituidos por otros más apropiados, y se reduzca o elimine el malestar emocional causado por los mismos. Los pensamientos se consideran hipótesis a contrastar.
Esta técnica se ha aplicado en una gran variedad de problemas, como el miedo a hablar en público, la ansiedad ante los exámenes, el trastorno de pánico, la ansiedad generalizada, la fobia social, ansiedad interpersonal, TOC, depresión, agresividad, problemas de pareja y trastornos de personalidad entre otros. Normalmente es una técnica que se aplica en combinación con otras.
Un esquema sencillo de la RC es el que propone Ellis en su modelo A-B-C. El resumen del modelo vendría a decir que las personas generalmente creemos que nuestras emociones son producto de situaciones y acontecimientos externos a nosotros, cuando en realidad son la consecuencia de nuestras propias interpretaciones de la situación.
Técnicas de reestructuración cognitiva.
Algunas de las técnicas de reestructuración cognitiva más eficaces son las siguientes:
« Preguntas socráticas
El interrogatorio socrático (o mayéutica socrática) lleva el nombre de Sócrates, quien utilizó un método educativo que se centró en descubrir respuestas haciendo preguntas a sus alumnos. Sócrates creía que “la práctica disciplinada del cuestionamiento reflexivo le permite al erudito/estudiante examinar ideas y ser capaz de determinar su validez.
El propósito es ayudar a descubrir los supuestos y la evidencia que sustentan los pensamientos de las personas con respecto a los problemas. Un conjunto de preguntas socráticas en la terapia cognitiva tienen como objetivo tratar los pensamientos automáticos que angustian al cliente:
- Revelando el problema: ‘¿Qué evidencia respalda esta idea? ¿Y qué pruebas hay en contra de que sea verdad?
- Concebir alternativas razonables: ‘¿Cuál podría ser otra explicación o punto de vista de la situación? ¿Por qué más sucedió?’
- Examinando varias consecuencias potenciales: ‘¿Cuáles son los peores, mejores, soportables y más realistas resultados?’
- Evalúe esas consecuencias: ‘¿Cuál es el efecto de pensar o creer esto? ¿Cuál podría ser el efecto de pensar de manera diferente y ya no aferrarse a esta creencia?
- Distanciamiento: “Imagine a un amigo / familiar específico en la misma situación o si la vieran de esta manera, ¿qué les diría?”
El uso cuidadoso de las preguntas socráticas le permite al terapeuta desafiar las instancias recurrentes o aisladas del pensamiento ilógico de una persona mientras mantiene una posición abierta que respeta la lógica interna incluso a los pensamientos más ilógicos.
« ¿Qué pasaría si...?
La técnica consiste en confrontar el peor de los casos de un evento u objeto temido, utilizando imágenes mentales para examinar si los efectos del evento u objeto se han sobreestimado (magnificado o exagerado) y dónde se han subestimado las habilidades de afrontamiento del paciente. El término fue acuñado por Albert Ellis, y varias versiones de la técnica han sido desarrolladas, especialmente por Aaron T. Beck.
« Enjuiciar los pensamientos.
El cliente entra en un juego de roles. Sucesivamente será abogado defensor, fiscal y juez de sus pensamientos. Como primer paso, prepara la defensa defendiendo el pensamiento negativo argumentativamente. Luego se ocupará del papel del fiscal y construirá la contraargumentación. Finalmente, como juez, yuxtapondrá ambos argumentos y emitirá un juicio.
Registrando los pensamientos desadaptativos.
Para identificar cogniciones podemos servirnos de diversos medios, como cuestionarios de reconocimiento de pensamientos, registro al final del día de pensamientos que se han tenido durante el mismo, autorregistro de los pensamientos que se acaban de tener en una situación, identificación de pensamientos que se han tenido en una situación con ayuda de grabación de video, etc…
Ellis denomina sus autorregistros como Formularios de autoayuda de la terapia racional-emotiva y tienen la forma de un diario con columnas para escribir, de izquierda a derecha, el día, la hora y la situación (A), el pensamiento irracional (B), las consecuencias (C), el debate y sustitución por un pensamiento racional (D) y los efectos de dicha sustitución (E)
Comentarios